Sus primeros trabajos fueron en blanco y negro. Un viaje que realizó a África en 1914 le hizo descubrir definitivamente el color y marcó el comienzo de sus estilo maduro. Durante los siguientes 20 años, sus pinturas y acuarelas mostraron el dominio del trazo, color y fantasía que usó para crear composiciones sencillas.
Klee fue también un maestro del dibujo y muchos de ellos están construidos a base de líneas con un contenido que deriva de una enorme fantasía. El artista describió estos dibujos como "sacar a pasear una línea". A partir de 1935, afectado por una enfermedad progresiva, Klee adoptó un estilo claro, sencillo, caracterizado por líneas gruesas como de carboncillo y grandes áreas de colores matizados. Sus temas artísticos durante este perido adoptaron un tono triste. Klee murió en Muranto, Locarno (Suiza) el 29 de junio de 1940.
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